Es una playa de 450 m x 20 m dividida en tres partes por lajones gigantescos. El contraste entre la blanca arena y el azul oscuro del mar profundo brinda un paisaje extraordinario. A unos diez metros de la orilla se encuentra un pedregal lleno de vida marina, ideal para los submarinistas y practicantes del snorkel.
Se trata de un lugar remoto, un verdadero paraíso de belleza y tranquilidad, que se convierte en una verdadera alternativa para quienes se aventuran a pié. Recomiendo ir con zapatos deportivos y acompañados de agua y suministros ya que no cuenta con ningún servicio.
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